¿POR QUÉ HAGO SURF?

¿POR QUÉ HAGO SURF?

Playa y pueblo de Razo

Desde pequeño, siempre pasé mis veranos en la casa de mis abuelos que se situaba al lado de una playa surfera, la playa de Razo. El mar y el agua en general siempre fueron mis amigos, desde que mis padres me ayudaron a nadar por primera vez cuando tenía un año. Siempre que me bañaba en el mar con mi padre, le pedía que me llevara hasta donde se formaban las olas y allí, solo buceando por debajo de las olas, era muy feliz.

Unos años más tarde, cuando tenía 10 años, un chaval de mi edad se mudó a Razo a una casa vecina a la de mis abuelos. Nos conocimos y nos llevamos muy bien, y no solo nosotros dos, si no nuestras familias. A él también le gustaba el mar y la naturaleza como a mí. Siempre pasábamos los días en la playa, jugando y bañándonos, cuando un día el padre de mi amigo nos propuso empezar con el surf. Comenzamos con algunas clases pero poco a poco fuimos aprendiendo hasta que compramos nuestras propias tablas de surf, de nivel principiante, y por el resto del verano seguimos practicando. Nuestro progreso fue lento, pero lo disfrutamos muchísimo: primero aprendimos a subirnos a la tabla, después empezamos a coger olas más avanzadas y nos integramos en la comunidad surfista, en la que aprendimos las reglas y conocimos a otra gente que nos ayudó a mejorar.

La llegada de mi amigo supuso un cambio en mi vida ya que me hizo enamorarme del surf, y gracias a él conocer a gente con la que, a día de hoy, sigo surfeando. Ahora vemos el surf como una forma de vivir nuevas experiencias: buscando la adrenalina que te da surfear una ola, explorando otras playas escondidas y surfeando las diferentes olas que nos ofrecen todos los lugares que encontramos. 

Gracias al surf conozco sitios que muy poca gente conoce, y amigos con los que ir al mar se convierte en el mejor momento del día, o de la semana. Además, no tenemos pensado que esta actividad se quede como una fase de nuestra juventud, si no que decidimos buscar un futuro de vida que nos permita seguir surfeando y viajando en busca de nuevas aventuras.

En definitiva, lo que tengo claro es que surfeo porque me da felicidad y el simple hecho de estar en contacto con la naturaleza me hace sentir satisfecho.